misa celebrada por ser mons. roberto octavio gonzález nieves, ofm
arzobispo metropolitano de san juan de puerto rico | parroquia santa teresita, santurce
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14. En una sociedad como la nuestra que ha optado por la
democracia, gobernar confiando siempre en Dios no
implica una teocracia, o, como se suele decir, legislando
la moralidad. No se pide legislar la moralidad, sino
legislar con moralidad, legislar de acuerdo a la Verdad
inscrita en el corazón del ser humano por el Creador. La
separación de Iglesia y Estado no implica la separación
de gobierno y Dios; no es una brecha que limita el
efecto de la fe en las actuaciones públicas, al contrario,
las enriquece y las ennoblece, y debe ser un llamado a
que ambos, gobierno e iglesia colaboren por el bien
común. Además, el Estado está llamado a proteger y
salvaguardar el derecho a la libertad religiosa, que va
más allá de la libertad del individuo a profesar su propia
religión, sino que también es el derecho de las iglesias a
“testimoniar la propia religión, anunciar y comunicar su
enseñanza, organizar actividades educativas, benéficas
o asistenciales que permitan aplicar los preceptos
religiosos, ser y actuar como organismos sociales,
estructurados según los principios doctrinales y los
fines institucionales que les son propios.”
(Benedicto XVI,
Mensaje Jornada mundial por la Paz, 2013, n. 4)
.
15. Gobernar confiando en Dios, significa que en la gestión
pública, los principios del bien sobre el mal, de justicia
para todos y todas, del bien común, del respeto a la vida,
de la paz, de respeto para todos, han de ser los principios
rectores. La ética del gobierno recto es la ética del amor,
la ética del respeto, la ética de la verdad y del principio
del bien común. La creencia en Dios no nos quita nada,
al contrario, lo da todo, lo enriquece todo, todo lo aclara
e ilumina el camino del recto proceder.
16. Los gobernantes que encomiendan a Dios todas sus
promesas y proyectos, muy pronto comprenderán
que no están solos, que Dios está con ellos y ellas,
que les asiste, porque Dios está a favor de los que se
comprometen con la verdad, con la justicia, con la paz,
el amor y la unidad.
17. En su mensaje sobre la paz para hoy nos dice el Papa:
17.1 “Para llegar a ser un auténtico trabajador por
la paz, es indispensable cuidar la dimensión