la comunicación de la verdad hoy
pontificia universidad católica de puerto rico
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Pero también como personas tenemos
derecho
a la verdad, a no
ser engañados y a participar con los demás en la búsqueda y en
la conquista de la verdad, en todas las ramas: científica, moral,
filosófica, política, religiosa…
Este derecho no se limita a ciertas personas, sino que es inherente
a todas las personas. La verdad es un bien del que a nadie puede
privarse, ya que el fundamento del derecho a la verdad deriva de la
misma persona humana. Es en la persona humana donde radica el
derecho a la verdad.
En ningún momento he dicho que vivir la verdad, mantenerse en
la verdad sea un ejercicio fácil y placentero. Por el contrario, ya en
el comienzo de la charla señalé que a la verdad algunos la llaman
en nuestros días la “cenicienta de la comunicación”, y el cardenal
Cañizares mencionaba “la grandísima deuda con la verdad”.
Pero también tenemos que decir que para “la comunicación de la
verdad hoy” ayuda el bien obrar, pues con la práctica de la virtud
se ilumina y consolida la verdad. Como igualmente es cierto que el
pecado oscurece la verdad, según aquello de que:
“cuando no se vive como se piensa, se termina pensando como se
vive”.
Y esto es cierto, personas que eran contrarias al divorcio, al aborto, a
la mentira, al robo, antes de caer en dichas situaciones, una vez que
las han cometido, terminan pensando lo contrario.
Decía Pío XII, allá por los años cuarenta que el hombre estaba
perdiendo el sentido del pecado, y un teólogo añadía, porque se está
perdiendo el sentido de Dios.
¿No será que el hombre moderno se está alejando de Dios fuente de la
Verdad, de la Luz y de la Vida, y que tenemos necesidad de un mayor
acercamiento a Jesús, Camino, Verdad y Vida?
Sin duda, el modelo a seguir es Jesús:
“Yo para esto nací y para esto vine al mundo, para ser:
TESTIGO DE LA VERDAD”