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la convocatoria de una semilla:

fundamentos y dinámicas del desarrollo constitucional de puerto rico

parte de instrumentar la decisión puertorriqueña. La razón por la cual el

Congreso se resiste a ese mecanismo procesal es que no está dispuesto a

comprometerse con otorgar la estadidad a Puerto Rico.

322

Más adelante, al examinar lo sucedido en 1993 reflexionó:

Estamos nuevamente en pleno imperio del cainismo político

puertorriqueño. Una situación que se tornará más peligrosa a medida

en que extienda a largo plazo, se convertirá en disolvente de la capacidad

del estado de articular propósito colectivo para enfrentar los retos de

nuestros tiempos. Las fuerzas políticas del país tienen la capacidad de

bloquearse y evitar todo progreso e incluso producir un retroceso en

nuestro desarrollo político. Ésa ha sido la historia de la última mitad de

siglo, con la excepción del periodo de 1989 al 1991 cuando por lo menos

se trabajó unidos, dando codazos hacia un mismo fin.

323

Esa reflexión de hace casi veinte años tiene hoy, como ayer, una gran

vigencia sobre lo sucedido en las últimas décadas.

los plebiscitos de 1967 a 2012

El tema del

status

es recurrente en la política puertorriqueña. Aunque

consecuentemente las encuestas reflejan la poca prioridad del tema en

el electorado, este tiene gran prioridad en el liderato político del País.

Además de que dos de los tres partidos principales, el PNP y el PIP, se

agrupan y existen a su alrededor.

Un estudioso ha dicho que dicho tema es el rito de entrada en la política

del liderato principal en la Isla. El tema del

status

define la razón de ser

de gran parte del liderato, y ello explica la distancia entre el pueblo y sus

líderes.

324

322

Ibíd

., p. 481.

323

Ibíd

., pp. 486-487. Véase también del mismo autor

Contra viento y marea, supra

.

324 Mi recuerdo es que fue el decano de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, Robert Anderson,

quien articuló esa teoría. Al analizar la batalla del tema del

status

de 1989 a 1991, el gobernador Rafael

Hernández Colón hizo una expresiones reveladoras que tienden a confirmar la tesis de Anderson: «Para mí,

el desenlace de la gestión congresional representó una desilusión muy grande, pues había tomado la decisión

de postularme sólo por dos mandatos más y una de mis grandes aspiraciones al entrar en la vida pública

consistía en ayudar al país a resolver su problema de status. Eso no habría de ser, por lo menos en cuanto a

que se produjera una solución definitiva». Rafael Hernández Colón, «Reflexiones sobre la autodeterminación

puertorriqueña»,

supra

, p. 482.