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pontificia universidad católica de puerto rico
Rosselló y el comisionado residente, Hon. Carlos Romero
Barceló solicitaron al Congreso de Estados Unidos la
eliminación de la sección 936 del Código de Rentas Internas
federal.
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Ese programa había promovido el establecimiento de
cientos de fábricas y cerca de 100,000 empleos en Puerto
Rico, así como una abundancia de recursos financieros en
nuestra banca. Esa disposición no era compatible con su ideal
de estadidad, pues rompía con la cláusula de uniformidad
tributaria de la Constitución de EUA para los estados.
En 1996 el Congreso eliminó la sección 936 sin sustituirla
por ningún otro incentivo. Esto, junto a otras medidas que
incrementaron recurrentemente el gasto público, fueron los
vientos que formaron esta tormenta. O sea, se usaron fondos
y préstamos no recurrentes para pagar gastos recurrentes. Ello
cubre los términos de los gobernadores Rosselló, Calderón,
Acevedo Vilá y Fortuño.
La economía dejó de crecer al igual que los ingresos,
mientras los gastos saludaban desde lejos a los recursos y de
cerca a las elecciones.
Se perdieron decenas de miles de empleos, y comenzó
una migración de más de 400,000 puertorriqueños, en
particular jóvenes, buscando trabajo. Esto provocó una grave
disminución del talento humano y de la base contributiva del
país. Se endeudó el gobierno progresivamente como si los
préstamos no se fueran a pagar. Por ejemplo, a fines de la
gobernación del Hon. Luis Fortuño la Autoridad de Carreteras
tomó $2 billones en préstamos al Banco Gubernamental de
Fomento sin fuente alguna de repago. Esa deuda precipitó la
quiebra del Banco que era orgullo de Puerto Rico.
La deuda pública superó los $70 billones, los sistemas de
2 Para la historia de la creación de ese incentivo ver Rafael Hernández Colón,
Contra
viento y marea, 1973-1984
, Editorial Nomos, Colombia (2014) pp. 233-237 y Salvador
E. Casellas
, Recuerdos de Don Jaime en Washington
en Héctor Luis Acevedo, editor,
Don
Jaime Benítez: Entre la Universidad y la Política, su
pra, pp. 407-418.