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pontificia universidad católica de puerto rico
de políticas. Ciertamente, si la feminización de la pobreza ocurre o no
ocurre en cada país, es una cuestión de análisis empírico. Se propone una
definición de feminización de la pobreza que considere el fenómeno como
un cambio en los niveles de pobreza, con una tendencia en contra de las
mujeres o los hogares a cargo de mujeres. Esta definición proporciona
una herramienta sencilla pero efectiva, para analizar las políticas.
Sin embargo, otras investigaciones sostienen que la feminización
de la pobreza ha de entenderse como un proceso que hace aumentar la
brecha de pobreza entre géneros. La sola permanencia del diferencial de
pobreza entre mujeres y hombres no es suficiente para concluir que la
pobreza se feminiza.
Enrealidad, laproblemáticade lamujer en la sociedadcontemporánea
se ha convertido en uno de los temas de mayor interés en ciertos sectores
de la población. En Puerto Rico, el enfoque predominante ha sido uno de
carácter histórico. En el cual, se intenta ubicar adecuadamente el papel
de la mujer en la producción económica. El fenómeno histórico que
más atención ha recibido por parte de los tratadistas es la incorporación
masiva de la mujer a la fuerza laboral (Rivera, 1985). Este fenómeno
ha generado una serie de cambios económicos, sociales y culturales
que repercuten en la estructura ideológica de los diversos sectores de
la sociedad. Como consecuencia, se inicia un cambio de actitudes en la
población, que en última instancia, se hace necesario para el desarrollo de
la nueva organización social. Es el cambio de actitudes el que manifiesta
generalmente un rezago con el cambio económico estructural. Esto, a
pesar de que varias décadas han transcurrido desde que se inicia el proceso
de incorporación masiva de la mujer a la fuerza laboral, transformando la
percepción del mundo acerca de la productividad de la mujer de acuerdo
con su nivel académico.
Acorde con este tema, el estudio sobre la pobreza en Puerto Rico
realizado por el Dr. Hernán Vera Rodríguez (2013) de la Pontificia
Universidad Católica de Puerto Rico refleja que, un 73.1% de las mujeres
de 25 años o más alcanzó un nivel académico alto adicional al grado
superior, a diferencia del hombre que es menor con un 68.8%. Sin
embargo, a pesar del alto nivel académico el ingreso de la mujer en el
2009 fue de $36,000 dólares. Mientras que el ingreso del varón con la
misma preparación académica fue de $47,905 mostrando así la inequidad