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mujer: cinco roles en la sociedad actual puertorriqueña
sus efectos; la invisibilidad de la mujer en los modelos macroeconómicos
y el desarrollo de nuevos enfoques que permitan el análisis global de
la sociedad. Según Carrasco (1999), la economía ha desarrollado una
metodología que en gran medida no puede “ver” el comportamiento
económico de las mujeres.
De manera similar, un hito importante para la economía feminista se
puede situar en el 1990. En esa fecha, la
Conferencia Anual de la American
Economic Association
incluyó por primera vez un panel relacionado
específicamente con perspectivas feministas en economía. Este texto
constituye la primera de estas características que cuestiona los supuestos
de la teoría económica desde una perspectiva feminista. El proceso se
consolida con la creación de la
International Association for Feminist
Economics
(IAFFE) en los Estados Unidos. Organización planteada como
un espacio de debate de las distintas corrientes feministas y que publica a
partir de 1995 la
Feminist Economics
, primera revista de esta naturaleza.
Estas iniciativas confirman los límites de las aproximaciones tradicionales
y ponen de manifiesto que la economía feminista no fue solo el intento de
ampliar los métodos y teorías existentes para incluir a las mujeres, sino
que se trata de algo más profundo. Por eso se pretende un cambio radical
en el análisis económico que pueda transformar la propia disciplina
modificando algunos de sus supuestos básicos y permita construir una
economía que integre y analice la realidad de las mujeres.
la mujer como transmisora de la fe
“Llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumpla en
plenitud, la hora en que la mujer adquiera en el mundo una influencia,
un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Por eso, en este
momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda,
las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a
que la humanidad no decaiga” (san Juan Pablo II, 1988).
Desde la creación del mundo, la mujer ha tenido un rol protagónico
en el mismo. Así, Dios creó al hombre y a la mujer a Su imagen y
semejanza. La primera mujer, Eva, fue creada de la costilla del hombre.
Como símbolo de igualdad entre ambos. Por otro lado, la mujer sigue
teniendo un rol protagónico en la historia de la humanidad. Cuando