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mujer: cinco roles en la sociedad actual puertorriqueña

evitar la autodestrucción del hombre. En especial, promocionar la vida y

diseminar el mensaje de que la vida es un don. De igual forma, transmite

valores, educa y lucha contra el mal. Esta transmisión comienza en el

seno materno. Comienza en el hogar, en la familia (Stubbemann, s.f.).

Para la Iglesia Católica, la mujer constituye pieza clave en la difusión

de la fe. Jesucristo, dio el siguientemandato “Id por el mundo y proclamad

la buena nueva a toda la creación” (Mc 16,15). Son ellas las que propagan

la fe a través de la catequesis. La obligación principal de la mujer es el

testimonio de Cristo. El cual se ofrece a través de la palabra en la familia,

en los grupos sociales a los que pertenece y en la profesión. “Mujeres del

universo todo, cristianas o no creyentes, a vosotras, que os está confiada

la vida, en este momento tan grave de la historia, vosotras debéis salvar

la paz del mundo” (Concilio Vaticano II, 1965).

Según el Concilio Vaticano II (1965):

“Los laicos ejercen un apostolado múltiple, tanto en la Iglesia

como en el mundo. En ambas órdenes se abren varios campos

de actividad apostólica, de los que queremos recordar aquí los

principales, que son: las comunidades de la Iglesia, la familia, la

juventud, el ámbito social, el orden nacional e internacional. Como

ennuestros tiempos participan lasmujeres cada vezmás activamente

en toda la vida social, es de sumo interés su mayor participación

también en los campos del apostolado de la Iglesia.”

Como transmisora de la fe, la mujer, a través de su propia vocación,

busca el reino de Dios en los asuntos temporales. Participa en todas

las actividades y profesiones y en la vida familiar y social. Es en todos

estos ambientes donde Dios las llama a cumplir su misión, guiadas por

el Espíritu, para la santificación del mundo. Ellas descubrirán a Cristo

en sus hermanos con “testimonio de su vida, fe, esperanza y caridad”

(Concilio Vaticano II, 1965). Esto constituye un llamado a la mujer para

que sea misionera. Para que transmita el amor misericordioso del Padre

a los pobres y pecadores (Aparecida, 2007).

Por otro lado, la mujer también es llamada a procurar el crecimiento

de la Iglesia y su santificación. A su vez, se le llama a participar de la

misión salvífica de la Iglesia. Llamado recibido a través del Bautismo y