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la convocatoria de una semilla:

fundamentos y dinámicas del desarrollo constitucional de puerto rico

Las constituciones deben ser un documento fundamental, de gran

reverencia y de escasas enmiendas, pues si se alteramucho, pierde respeto,

estabilidad y permanencia. Ese es el segundo legado. La inspiración

al servicio público sacrificado, honrado y comprometido es el mensaje

escrito con las vidas de sus participantes, que merece el más alto grado

de aprecio y agradecimiento. Esa generación y su líder principal tenían

una especial empatía con el pueblo sufrido, con aquellos por quienes:

«He ahogado mis sueños, / Para saciar los sueños que me duermen en las

venas / De los hombres que sudaron y lloraron y rabiaron / Para sazonar

mi café...».

189

Esa generación legó la misión con sentido colectivo de su ser, de unidad

de aspiraciones. Al izar la bandera puertorriqueña y proclamar la vigencia

de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico el 25 de julio

de 1952, el entonces gobernador don Luis Muñoz Marín sentenció:

Voy a izar, cuando termine mis palabras, la bandera del Pueblo de Puerto

Rico, al fundarse el Estado Libre en voluntaria asociación de ciudadanía y

afecto con los Estados Unidos de América. El Pueblo verá en ella el símbolo

de su espíritu ante su propio destino y en el conjunto de América. Junto

a la bandera de Estados Unidos, la del pueblo más pequeño del hemisferio

significa que a los pueblos, como a los hombres, la democracia los declara

iguales en dignidad. Puerto Rico se honra al ver flotar su bandera junto

a la de la gran Unión americana; y la Unión, por lo grande que es en su

conciencia democrática, ha de sentirse satisfecha de que la bandera de

un pueblo de tan esforzado espíritu en tan pequeña extensión le rinda el

tributo de su libre compañía en las astas de la libertad.

La bandera de Puerto Rico no es de estrecho nacionalismo ni proscribe el

amor y el respeto que con honda naturalidad sienten los puertorriqueños

hacia los demás pueblos de la tierra. Es de todos los puertorriqueños.

Es de los que la usaron con el terrorismo en el pasado y de los que la

levantan como insignia de paz y de valor en el presente. Al rescatarla para

Puerto Rico, lo hacemos para los mismos que quisieron reducirla a enseña

de división. La rescatamos para la unidad que, en su libre diversidad de

pensamiento, debe presidir la vida de todo buen pueblo.

Vemos en ella reflejada, no la desconfianza en otros, sino la confianza en

189 Luis Muñoz Marín, «Panfleto», poema reproducido en

Memorias

,

Vol. I

,

supra

, p. 221.