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pontificia universidad católica de puerto rico
En los años treinta, LuisMuñozMarín, siendo senador de laminoría liberal
de 1932 al 1936, logró acceso a la familia del presidente Franklin Delano
Roosevelt y su esposa Eleonor, por medio de su amiga, la periodista Ruby
Black. Ese acceso, junto a la empatía de miras del gobierno demócrata
en Washington y la mentalidad de reforma social de Muñoz, germinó en
medidas transformadoras para Puerto Rico.
La depresión económica había azotado sin perdón al pueblo
puertorriqueño. A continuación, se observan al respecto algunas
estadísticas que ofrece don José Trías Monge:
En 1940 Puerto Rico contaba con 1,869,255 habitantes, 69.7% de los
cuales residía en la zona rural. El carácter predominante rural no había
cambiado de modo sustancial en décadas, montando la población rural
en 1919 a un 79.9% de los habitantes y en 1920 a 72.7%. Tan solo nueve
pueblos contaban en 1940 con población en exceso de 10,000 almas.
La tasa de crecimiento de la población era alarmante: 21% anual, en
comparación con 7.2% en Estados Unidos. La proporción de nacimientos
se mantenía tan alta como en 1899 (38.7 por cada mil habitantes contra
38% a fines de siglo), reduciéndose en el mismo periodo la mortandad de
27.1 a 18.4. Este era, sin embargo, mucho más alto que el prevaleciente
en Estados Unidos, que para 1940 montaba a 10.8. La expectativa de
vida era de 45.12 para los hombres y 46.92 para las mujeres.
El ingreso
per capita
alcanzaba solo a ciento veintiún dólares anuales. En
la industria de la caña (campo y fábrica) el ingreso por familia montaba a
$269 por año. Los trabajadores del tabaco y el café ganaban aún menos
-$180 por familia los primeros y $188 los segundos. Los obreros de las
centrales recibían de 30½ centavos por hora; los trabajadores de caña, la
mitad.
El 94% del comercio de la Isla se llevaba a cabo con Estados Unidos.
El volumen de las exportaciones entre 1931 y 1940 había sufrido un
descenso, alcanzando las exportaciones un valor de $94,877,000 en 1931
y reduciéndose a $90,902,000 en 1940. Con las importaciones había
ocurrido al revés, aumentando las mismas, en sensible detrimento de la
balanza de pagos de $68,018,000 en 1931 a $100,517,000 en 1940.
Los precios de los productos principales habían sufrido mermas