Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico
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del mundo: “Ego sum Lux mundi”. Y el Espíritu Santo es llamado
“Espíritu de Verdad”. Verdad y Luz son, sin duda, atributos divinos.
“Dios es Luz, en Él no hay tiniebla alguna”, hemos escuchado en la
primera lectura. (1Jn 1,5) Y Dios es verdad, fuente de toda verdad.
La verdad del mundo creado es irradiación y esplendor de la
suprema verdad.
Para Santo Tomas de Aquino la verdad que el hombre conoce es
en sí un reflejo de la verdad de Dios.
Pero, ¿Cuál debe ser la actitud del hombre frente a la verdad?
El Beato Papa Juan Pablo XXIII, o el Papa bueno como se le
conoce, ha delineado en cuatro pinceladas, la que debe ser la
actitud del hombre ante la verdad. Según el Papa Juan XXIII es
propio del hombre:
pensar, decir, honrar
y
hacer
la verdad.
La verdad, que es también el fundamento de la libertad: “La
verdad os hará libres” (Jn 8,32) ha dicho Jesús. La libertad no es
libertad “con respecto a” la verdad, sino siempre y sólo “en” la
verdad. La libertad, lejos de traspasar las fronteras de la verdad,
cabalga a lomos de la verdad.
Contraria a la verdad está la mentira.
A la mentira se la identifica con las tinieblas. Como a Satán se le
llama “padre de la mentira”.
La humanidad ha desencadenado hoy un terrible complot contra
la verdad en todos los estratos de la vida social. Como muy bien
señala el Papa Juan Pablo II; “ha desaparecido la necesaria
exigencia de la verdad en aras de un criterio de sinceridad, de
autenticidad, de “acuerdo con uno mismo”, de tal forma que se ha
llegado a una concepción radicalmente subjetiva del juicio moral”.
Hemos llegado al punto de que se puede hablar de una
“verdadera y autentica estructura de pecado, caracterizada por la
difusión de una cultura contraria a la solidaridad, que en muchos
casos se configura como verdadera “cultura de la muerte”. Son
palabras de Juan Pablo II en su Carta Encíclica: “Evangelium
Vitae”, Palabras duras, que el Papa subraya al decir que esta
estructura está activamente promovida por fuertes corrientes
culturales, económicas y políticas, portadoras de una concepción
de la sociedad basada en la eficiencia… y en cierto sentido,