INTRODUCCIÓN
El eje central de esta lección es la formación del
carácter, êthos para los griegos, que quiere decir el modo de
ser o el modo de conducirnos en la vida; ese modo de ser que
es el estilo firme y estable de actuar en el mundo. El tema
implica que se indaga sobre la forma de construir un buen
carácter y como éste llega a tener esa perfección si a través de
la existencia, desde muy temprana edad, se van formando los
pilares o refuerzos básicos del carácter bueno, que son las
virtudes. Las virtudes son cualidades excelentes que se
forman por la repetición de actos buenos, constituyendo una
suerte de costumbre del bien como fruto del ejercicio
continuo. En su esencia esto es la sustancia de la ética,
palabra que se deriva de lo que acabamos de llamar en griego
êthos. De êthos viene ética. Postulamos aquí una ética del ca-
rácter que no es nada nuevo sino es la tesis central de Aristó-
teles en su libro
Ética a Nicómaco.
Pero en la tesis de Aristóte-
les la formación del carácter bueno nos lleva a
conseguir el propósito fundamental de la vida humana, ese fin
que todos buscamos, que es la felicidad,
eudaimonia
, como la
llamaban los griegos. CARÁCTER-VIRTUD-FELICIDAD
constituyen una suerte de fórmula imprescindible que hay
que practicar si se quiere alcanzar la vida buena, que es a su
vez la vida feliz. Feliz, advierte Aristóteles, como puede ser un
hombre, es decir nunca completamente feliz como serían los
dioses.
Con este carácter firme en el vivir bien no se nace. La
construcción de éste, es la construcción de uno mismo
durante el vivir. Muchos le han llamado a esta buena
práctica,
el arte de vivir.
Si no se nace con el dominio de nin-
gún arte, tenemos que aprender el arte que queremos practi-
car. En consecuencia, hay que aprender a vivir bien,
ad bene
vivere,
como decía Tomás de Aquino. Vivir
espontáneamente es implicar que uno ya domina el arte de
vivir y debe prepararse en otras cosas y no en esta