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discurso de aceptación de doctorado honoris causa del dr. manuel maceiras fafián
durante todo su desarrollo. Y con él, a los sucesivos presidentes,
doña Marcelina Vélez de Santiago, Don Alberto Morales, y a nuestro
actual presidente, Don Jorge Iván Vélez-Arocho, cuyo interés se hace
evidente y manifiesto en este Acto, propiciado por su iniciativa. Con
ellos, al actual señor decano del Colegio de Artes y Humanidades, don
Alfonso Santiago Cruz.
En el ámbito estrictamente académico, con la asidua atención
a todas las diligencias escolares, el éxito de nuestro Programa no se
habría alcanzado sin el empeño de doña EnidMirandaMatos. Antigua
alumna y doctora por la Universidad Complutense, no sólo tuvo la
buena idea de proponerlo y diseñarlo, en colaboración con nosotros,
sino la tarea permanente de coordinar sus actividades durante años,
de participar en tribunales de los Diplomas de Estudios Avanzados,
y de tesis doctorales. Y con doña Enid, doña Migdalia Echevarría
fue persona fundamental para alcanzar los excelentes resultados del
Programa. Su constante atención y correspondencia, facilitaron
todos los problemas con los numerosos profesores que se desplazaron
periódicamente, además de la intendencia, la asidua información a los
doctorandos, en las engorrosas tareas administrativas. Convencido y
sincero manifiesto ante ustedes que sin monseñor Lázaro, sin Enid y
sin Migdalia, cada uno de ellos en su orden de responsabilidades, no
estaríamos hoy aquí.
Con ellos, debo agradecer la atención que siempre hemos recibido
de todo el personal de esta Universidad, incluidos quienes, ya a las diez
de la noche, hora final de los cursos, apagaban las luces y cerraban las
puertas.
De laUniversidadComplutense, estoy representando enestehonor
que recibo, a mis compañeros y amigos con los que programamos y
seguimos, paso a paso, la marcha del Programa y de cada uno de los
inscritos en él. Si me correspondió a mí la responsabilidad propia del
Decano de la Facultad de Filosofía, no fue menor la tarea de Emilio
García García y de Luis Méndez Francisco, así como la permanente,
asidua y minuciosa preocupación de doña Alicia Sánchez Domínguez,
responsable de la Secretaría de nuestra Facultad, siempre eficaz
en las muchas y heterogéneas gestiones. Fue la activa y permanente
colaboración de los cuatro, la que alcanzó a coordinar directores con
doctorandos, homologación de expedientes, seguimiento y defensa de
las tesis y programación de actividades. Por tales razones me atrevo