Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico
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dogmas de la fe católica, sino el que las pone en práctica y las
vive, porque las ama. El educador católico, conoce la verdad,
ama la verdad, vive la verdad. Conoce la fe, ama la fe, vive la fe.
Si me preguntan qué yo exigiría a un educador católico, no
dudaría en responder, el educador católico debe ser un excelente
profesional, de fe recia, y apasionado de la verdad, un enamorado
de la verdad. San José de Calasanz habla del educador como “un
cooperador de la verdad”. Me parece extraordinario. Y sobre
todo, si
Verdad
se escribe con mayúscula: “Yo soy la Verdad”, don
de Verdad es igual a Cristo.
Siempre he admirado las palabras que Jesús le responde a Pilatos,
cuando éste le pregunta, “luego ¿tú eres rey?”. La respuesta de
Jesús no puede ser más contundente: “Tú lo has dicho. Yo soy rey,
para esto nací, y para esto vine al mundo, para ser testigo de la
verdad”. (Jn. 18,37).
Benedicto XVI, comentando este texto dice que “La fuerte
acusación de “Hipócritas”, dirigida por Jesús, implica claramente
que aquí no se trata sólo de
no saber juzgar
lo que conviene, sino
también de
no querer acogerlo.
En otras palabras, la hipocresía
consiste en
una falsa sabiduría
, que se complace en muchos
conocimientos, pero evita comprometerse en cuestiones exigentes
en el ámbito religioso y moral”.
Prosigue el Papa: “El antídoto contra la hipocresía es
una constante
interacción
entre lo que se sabe y lo que se vive, entre el mensaje
recibido y las actitudes personales y comunitarias concretas. En
otras palabras, entre
el saber y la santidad de la vida
”.
Y de esto es que se trata: Que profesores y estudiantes de la
Pontificia Universidad Católica sepan interpretar los signos de los
tiempos en constante armonía entre saber y vida, a la luz de la fe y
del evangelio.
Existe una mentalidad bastante difundida que ve la fe como un
obstáculo a la libertad y a la investigación científica, como si la fe
impidiera la comprensión objetiva de la realidad.
Frente a esta postura , que tiende a sustituir la verdad con el con-
senso, frágil y fácilmente manipulable, (esto es bastante común y
cada vez más extendido, confundir verdad con consenso, lo que
relativiza la verdad), “la fe cristiana, - y cito palabras de Benedicto
XVI,- ofrece en cambio una contribución verdadera también en el