Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico
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El mundo tiene necesidad de Dios, porque tiene necesidad de paz.
No hay paz sin Dios. “La paz, es un don de Dios y al mismo tiempo
proyecto que realizar, pero que nunca se cumplirá totalmente. Una
sociedad reconciliada con Dios está más cerca de la paz” afirma
el Papa en su mensaje, en el que “invita a todos los que desean ser
constructores de paz, y sobre todo a los jóvenes, a escuchar la
propia voz interior, para encontrar en Dios referencia segura para la
conquista de una auténtica libertad, la fuerza inagotable para
orientar el mundo con un espíritu nuevo”.
María fue el vehículo escogido por Dios para llegar a este mundo.
María es el mejor medio de llegar hasta Dios. De ahí, que nada
mejor que proponer a María, la Madre de Dios, como faro y guía en
la búsqueda y consecución de la paz.
“La libertad religiosa es una arma auténtica de la paz, con una
misión histórica y profética. En efecto ella valoriza y hace fructificar
las más profundas cualidades y potencialidades de la persona
humana, capaces de cambiar y mejorar el mundo. Ella permite
alimentar la esperanza en un futuro de justicia y paz, también ante
las graves injusticias materiales y morales”.