Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico
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vilezas. Piensa de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. No
olvides que fuiste liberado del poder de las tinieblas y trasladado a
la luz y al reino de Dios”.
Conocer el misterio del Nacimiento de Jesús. Es lo que la Iglesia a
través de la liturgia nos ira proponiendo a lo largo de todo el año:
conocer y adentrarnos en la figura y en la obra de Jesús, hasta
culminar en su entrega total al Padre en la Cruz y en su
resurrección. Porque Jesús vino para liberarnos definitivamente del
pecado y de la muerte, con su propia muerte de resurrección.
Pero San Juan nos advierte, sobre la posibilidad de cerrarse a la
gracia de Dios: “vino a los suyos, pero los suyos no la recibieron”.
Pero también de dejarse seducir por la luz de la Palabra hecha
carne: a quienes la recibieron les dio poder para ser hijos de Dios.