Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico
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espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han sido del
mundo”. (1 Jn. 4,1)
Nada tiene que temer el que esta con Cristo: “Vosotros, hijitos, sois
de Dios y ya tenéis la victoria sobre esos mentirosos, porque el que
está con Dios es más poderosos que el amo de este mundo”.
(1 Jn.4,4)
Siempre ha habido tiempos difíciles. Los hay ahora, los ha habido y
los habrá. San Pablo se lo hace saber a su discípulo Timoteo
cuando le escribe: “Has de saber que habrá momentos difíciles…
los hombres serán egoístas… rebeldes con sus padres, ingratos, sin
respeto a la religión… más amigos de los laceres que de Dios.
Ostentarán apariencias de piedad, pero rechazarán sus
exigencias”. (2 Tim. 3,1-5) Y un poco más adelante: “Pues vendrá un
tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino
que se buscarán una multitud de maestros según su deseos. Estarán
ávidos de novedades y se apartarán de la verdad para volverse
hacia puros cuentos”. (2 Tim. 4,3-4)
Ni que San Pablo hubiera vivido en pleno siglo XXI. Los mismos
problemas, los mismos peligros, las mismas tentaciones.
Mis queridos graduandos, Jesús propone las bienaventuranzas
como meta evangélica, conducentes a la verdadera y eterna
felicidad.
El mundo os propone caminos falaces y mentirosos, que llevan al
vacio y a la destrucción.
El curso ha concluido; pero la vida continúa. Queda mucho
camino por andar, muchas etapas que recorrer, muchas cimas que
escalar.
Me gustaría que recordaseis la penúltima lección de un amigo y
hermano, en esta Eucaristía de Graduación, o si preferís de un
padre que vela por vosotros y con el corazón en la mano os susurra
al oído: No os fieis de cualquier espíritu. Guardaos de los ídolos.
Guardaos de las falsas doctrinas. Caminad en la luz y en la verdad.
La luz y la verdad se identifican: Dios es la Luz. Dios es la Verdad.
A medida que el hombre se aleja de Dios se aleja de la luz y de la
verdad, y se sumerge en las tinieblas y adentra en la mentira.
Estáis llamados a construir un mundo de luz y de esperanza, en el