Table of Contents Table of Contents
Previous Page  96 / 196 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 96 / 196 Next Page
Page Background

Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico

94

Podemos aprender a valorar y agradecer a Dios todo lo que

somos y tenemos, a la vista de lo que estos días han

contemplado nuestros ojos.

Podemos aprender a reconocer la respuesta del mundo

entero, que abre la puerta a la esperanza de un mundo más

solidario y comprometido.

Podemos aprender que levantar al caído, es responsabilidad

de todos. Pero responsabilidad de todos es preservar la

caída.

Podemos aprender que Haití nos golpea duramente la

conciencia, a nivel individual y a nivel mundial, al desvelar la

cara menos amable de la humanidad: la pobreza, la miseria,

el dolor, en que viven millones de seres humanos, ignorados y

abandonados a su propia suerte, fruto, hay que decirlo, del

mal reparto de la riqueza, de la injusticia y de la explotación.

Ha tenido que suceder un terremoto de grandes magnitudes

para que el mundo despertara y se enterase de que en el

mapa existía Haití.

Podemos aprender que hay muchos Haití en el mundo, que

esperan por nosotros.

Podemos aprender que los egoísmos, las envidias, las

codicias, las injusticias, las mentiras, las ambiciones, son el

obstáculo principal de la convivencia humana, y terreno

propicio y antesala de muchas calamidades que nos

aquejan.

Podemos aprender a ser más solidarios y más justos; a

compartir más y mejor, a nivel individual y a nivel comunitario.

Podemos aprender a no confundir la justicia con la limosna, a

no esconder tras la limosna la injusticia.

Podemos aprender…

Que nuestra Madre de Guadalupe, Madre de los ponceños y Reina

de las Américas, ante la que nos postramos los desterrados hijos de

Eva, y a quien suspiramos gimiendo y llorando en este valle de

lágrimas, abogue e interceda por todos nosotros, y por el hermano

pueblo haitiano, por el que, con amor, ofrecemos esta Eucaristía, al