“Por un amigo se llega hasta las puertas del infierno”
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. Por un
amigo se hace el máximo, pero sin traspasar los límites de la
justicia y la verdad. Lo acompañamos hasta las puertas del
infierno si es allí llevado, pero no cruzamos la puerta con él.
Por eso decía Aristóteles,
Amicus Plato, magis amica
veritas
; soy amigo de Platón pero soy más amigo de la verdad.
La complicidad es real en un sentido con los amigos: para ha-
cer el bien. Por eso enfatizó muy bien Cicerón: “La
naturaleza nos ha dado la amistad como auxiliar de la virtud,
no como cómplice de los vicios”
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.
También es oportuno recordar que avanzar en el proyecto de
vida que tenemos toma tiempo y el tiempo de la vida, además
de breve, es impreciso en su duración. Por eso, no se puede
ser amigo de todo el mundo, sino de aquellos que por su ca-
rácter están en el mismo, o parecido, camino por el que yo
voy. De lo contrario los “amigos” que van por cualquier
camino o sin ruta ninguna, resultan ser una suerte de
cronófagos
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,
quiere decir, devoradores de tu tiempo.
Como bien observa C.S. Lewis la amistad no está conectada al
sistema nervioso como acaece en el amor erótico “Eros quiere
tener cuerpos desnudos, la amistad, personalidades desnudas
[transparentes]”
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Obviamente que si tal atracción se integra a
ese amor entonces es más que amistad, sencillamente amor
Eros.
* * *
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Traída por José Guillén en una de sus notas a la traducción de
La amistad,
de Marco Tulio Cicerón, capítulo X, nota 4
9
Cicerón,
Idem,
p. 99
10
Expresión que tomo de André Maurois (1969)
Un arte de vivir,
Librería Hachette, Buenos Aires
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Lewis, Clive Staples, (1995)
Los cuatro amores,
Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 10ª ed, p. 86